Si trabajas en el sector del empaque y distribución, es posible que estés familiarizado con las formadoras de cajas. En los almacenes, estas máquinas ensamblan y pegan automáticamente las cajas de cartón corrugado para que estén listas para ser llenadas con productos. A primera vista, algunos sistemas de empaque automatizado se parecen bastante a las formadoras de cajas. Sin embargo, sirven para propósitos muy diferentes.
Entonces, ¿cómo saber qué máquina es la adecuada para tu almacén? ¿Necesitas ambas? En este blog, te explicaremos las principales diferencias entre estos dos tipos de sistemas, y destacaremos sus funcionalidades y beneficios para que puedas decidir qué solución es la adecuada para tu empresa.
Las formadoras de cajas se encuentran en muchos almacenes. Están diseñadas para ensamblar automáticamente cajas de cartón corrugado para que puedan llenarse con productos y enviarse. Las cajas planas se introducen en la máquina, donde se arman y se sellan con pegamento caliente. Esto elimina la necesidad de armar la caja manualmente, lo que ahorra tiempo y mano de obra.
Casi siempre, encontrarás formadoras de cajas en las operaciones de empaque de gran volumen, donde se utilizan por su velocidad y eficiencia. A menudo son parte de una línea de empaque, trabajan en tándem con otras máquinas como las llenadoras, las selladoras y los sistemas de etiquetado. Las capacidades varían en función de cada formadora, pero muchas máquinas son aptas para cajas de varias dimensiones y estilos.
A diferencia de las formadoras de cajas, que ensamblan cajas de inventario preexistentes, las máquinas de empaque automatizadas cortan la caja del tamaño adecuado para cada pedido a partir de hojas grandes de pliegue corrugado. La principal ventaja es la personalización de cada caja, sobre todo para las empresas que envían productos de formas y tamaños diferentes. Algunas máquinas de fabricación de cajas incluso pueden cortar, crear, armar, sellar y etiquetar cajas en segundos, eliminando la necesidad de otros sistemas de máquinas automatizadas.
Cuando llega un pedido, la máquina fabrica automáticamente la caja del tamaño adecuado en cuestión de segundos, reduciendo el desperdicio y eliminando a menudo la necesidad de rellenar el vacío. Esto reduce la mano de obra, ahorra tiempo, reduce los costos de envío y aumenta la eficiencia en el almacén. Al utilizar el plegado, los almacenes también pueden ahorrar el espacio de almacenamiento que normalmente se necesitaría para almacenar cajas prefabricadas. Y el tamaño correcto de las cajas también reduce la huella de carbono de la empresa al disminuir el uso de materiales y optimizar el espacio en los camiones, lo que resulta en menos camiones en la carretera.
Analicemos las diferencias clave entre las formadoras de cajas y las máquinas automatizadas u On Demand Packaging.
Tanto las formadoras de cajas como las máquinas de empaque bajo demanda desempeñan roles valiosos en la industria del empaque, pero sirven para diferentes propósitos y ofrecen ventajas únicas. Las formadoras de cajas pueden automatizar rápidamente el ensamblaje de cajas utilizando cajas de inventario prefabricadas, reduciendo la mano de obra y aumentando la eficiencia cuando se combinan con otras máquinas automatizadas.
Las máquinas de empaque bajo demanda pueden personalizar la creación de cajas, lo que reduce el desperdicio, la mano de obra y los costos, y aumenta la eficiencia. Algunas máquinas para fabricar cajas pueden incluso armar, sellar y etiquetar cajas, o empacar los productos que se envían.
En última instancia, la elección entre una formadora de cajas y una máquina de empaque automatizada depende de tus necesidades de empaque, el volumen de producción y los objetivos de sostenibilidad. Muchas empresas encuentran valor en integrar ambas soluciones en sus procesos de empaque para maximizar la eficacia, minimizar el desperdicio y atender a una amplia gama de tamaños y formas de productos.
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